Mamá sentada del lado de la cama que era de papá.Esa siesta fue larga. A mi llegada, recién empezaba con el ritual de todas las tardes.El ritual sigue porque el maquillaje es claveEl juego de cartas con Kela es una actividad casi obligatoriaSi se rie, es con fuerza.En un espacio del living, cerca del jardín, de fondo un gran cuadro de Kura, y ella sentada, leyendo un libro.Uno de las mesas sirve de altar para la Madre María y algunos santos que la acompañan.La vereda de casa siempre fué espacio de recreo y mate, mientras observaba nuestros juegos.La coquetería llega también a los pies.Mamá en la iglesia, participando de un proyecto de ayuda socia. Mira por la ventana esperando que lleguen sus compañeros.Detrás de ella siempre estará la Madre de Dios. Especialmente cuando está cumpliendo su misión.